Pan chapati. Déjate de rollos y haz tu propio pan de una vez por todas.

Lo de hacer pan era una asignatura pendiente. Tengo un montón de recetas y técnicas guardadas para hacer pan, y sobretodo unas ganas tremendas de hacer mi propio pan, pero a los novatos de la cocina como yo, lo del rodillo, la levadura, la masa y el horno nos da mucho miedo y siempre lo voy dejando.

Pero si cambiamos nuestro típico pan a base de levadura cocinado en horno por un pan ácimo sin levadura y cocinado en sartén, el reto está al alcance del más novato entre los novatos. Hacer un pan ácimo no tiene ningún misterio y es una manera perfecta y nada intimidatoria para empezar a experimentar con el rodillo y la masa. Os lo confirmo: la satisfacción y el éxito están asegurados.

He curioseado por internet las diferentes recetas de pan ácimo, sobretodo las más populares y conocidas: los diferentes panes ácimos de India (panes roti) como el chapati, el parathas o el phulka; y las tortillas o tortitas típicas de Méjico. En todas ellas los ingredientes y el precedimiento son muy parecidos, de manera que con esta receta podrás hacerte una cena hindú o comerte unos buenos tacos mejicanos, todo dependerá del acompañamiento que des a tu pan.

Las recetas suelen variar básicamente en los ingredientes. En algunos casos se añade algo de grasa a la masa (aceite, mantequilla o ghi) mientras que otras recetas son tan sencillas que sólo llevan agua y harina. En cuanto a la elaboración, las tortas de pan siempre se hacen en una plancha o sartén sobre un fuego fuerte (existen planchas circulares específicas) y en India el chapati se pasa por fuego directo una vez cocinado en la plancha. De esta manera el pan se hincha como un balón durante unos segundos y pierde toda la humedad.

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Ingredientes

250g. de harina de trigo (puede ser integral)

2 cucharadas de aceite vegetal (yo utilicé aceite de oliva)

180-200 ml. de agua templada (1 vaso)

1/2 cucharadita pequeña de sal (opcional)

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Elaboración

En un bol grande mezclar la harina y la sal. Añadir el aceite y mezclar de nuevo. Incorporar el agua poco a poco, mezclando todo bien. Al principio todo se pone muy pegajoso y complicado, pero poco a poco la masa se va volviendo más elástica y manejable, así que no hay que asustarse ni desesperarse. Cuando ya la masa se despega del fondo del bol y no se nos pega en los dedos, podemos pasarla a la superficie de trabajo para terminar el amasado.

Epolvorea bastante harina sobre la superficie de trabajo (la encimaera de la cocina es perfecta) y empieza a amasar con las manos. No hay que cortarse a la hora de amasar, yo estuve unos 15-20 minutos dalequetepego, pero es la manera de asegurarnos que nos quedará un pan elástico y homogéneo.

Dejar reposar la pelota de masa en el bol tapado con papel film durante unos 20-30 minutos. Pasado este tiempo, dividir la masa en seis pelotas del mismo tamaño y dejar reposar sobre un paño otros 10 minutos más (así nos resultara más fácil trabajar las tortitas). Pasado este tiempo, poner una pelota de masa sobre la superficie enharinada. Aplastar un poco la bola con las manos para comenzar a darle forma redondeada y luego extender con el rodillo, girando la tortita varias veces para así obtener una forma más redonda. Deben quedar finas, con un grosor entre 3-4 mm. *(mirar notas y variaciones para facilitar este proceso). 

Cocinar cada torta en una plancha o sartén a fuego medio-alto. Se pueden pincelar la sartén y/o las tortitas con un poco de aceite para que queden más jugosas y no se peguen. Cuando se empiezan a hinchar un poco y comienzan a aparecer las típicas burbujas de aire y pequeñas zonas más tostadas, es el momento de darles la vuelta. Yo las tuve unos 2-4 minutos por cada lado. Conservar envueltas en un paño hasta que estén todas hechas para mentenrlas calentitas.

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Notas y variaciones

Lo de trabajar con tortitas tan finas no es tan fácil como te cuentan en las recetas. Se suelen pegar a la superficie y/o al rodillo y al ser tan delgadas, se rompen con facilidad al intentar despegarlas. Para facilitar las cosas, enharina la superficie cada dos por tres, así evitarás pelearte demasiado con la masa.

Un a forma de facilitar las cosas es poner un trozo de papel film enharinado sobre la mesa de trabajo, colocar encima la pelota de masa, aplastar un poco con la mano, enharinar y cubrir con otro trozo de film. De esta manera podrás utilizar el rodillo sin que la masa se pegue por todas partes y evitarás que se rompan al trasladarlas a la sartén.

No las tengas demasiado tiempo en la sartén o se quedaran duras. Es mejor subir el fuego y reducir el tiempo en la sartén.

Se pueden añadir semillas de sésamo o alguna hierba aromática que nos guste a la masa. Yo añadí un poco de orégano y quedaron buenísimas para compañar una crema de queso feta.

Se pueden preparar por adelantadao y conservarlas en el frigorífico. Antes de servir, las pasaremos brevemente por la sartén o las tostaremos un minuto por cada lado en la tostadora.

No te desesperes si las primeras no te salen perfectas. Las que véis en las fotos son las primeras que hice, no estaban mal para empezar, pero ahora me salen mucho más finas y redondas. Cuando lleves unas pocas verás como vas mejorando y con la práctica te saldrán impecables.

 

El ingrediente audiovisual

Lo de amasar pan es un gustazo. Hay que disfrutarlo. Se trata de una práctica artesanal única. La experiencia de hacer con tus propias manos un alimento que es tan fundamental desde los orígenes de la humanidad es muy, muy gratificante, os lo aseguro. Y si encima ambientas tu cocina con una buena música bollywoodiana, disfrutarás el doble.

Ringa ringa es parte de la B.S.O. de una peli fantástica que os recomiendo: Slumdog millionaire